Afianzando una amistad de varios años, ambas instituciones vuelven a asociarse para ayudar a los pequeños.
Iván Martinic
Revistas de la Iglesi Chile
LDS.CL - "Es un privilegio para la Iglesia ayudar y ser amiga de una institución como ésta", aseguró el Élder Lawrence E. Corbridge, Primer Consejero del Área Chile de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, al entregar una nueva donación de equipamiento para la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem).
Luego de haber aportado en el pasado con una central de lavandería y un pozo de agua de riego, ahora la Iglesia entregó al principal centro de rehabilitación de la entidad, ubicado en Pudahuel, equipos para una nueva central de esterilización, clave en los planes de crecimiento de Coaniquem.
La donación fue recibida por el Presidente y fundador de la Corporación, doctor Jorge Rojas, y por el Director de Centro de Rehabilitación de Santiago, doctor Rolando Saavedra. Ambos agradecieron el gesto con profunda emoción, y destacaron que, gracias al apoyo de amigos como la Iglesia, más de 90 mil niños y jóvenes quemados han sido atendidos en los treinta años de existencia de Coaniquem.
La central de esterilización es crucial para el trabajo de las 90 personas que cada año atienden a 7 mil niños en las instalaciones de Pudahuel. Sin ella, los implementos utilizados en la rehabilitación de los menores correrían el riesgo de albergar infecciones y contaminar heridas que son muy delicadas.
Por eso, y gracias al aporte de la Iglesia, Coaniquem piensa ahora ir más allá de los tratamientos ambulatorios que ofrece actualmente. Con la seguridad de poder esterilizar sus ropas y equipos con la mejor tecnología disponible, la Corporación podrá abrir una nueva área quirúrgica y otra de hospitalización. Con ellas, los niños recibirán atención más rápida -hoy deben regresar varias veces para terminar el mismo tratamiento- y sin necesidad de buscar pabellones en otras instituciones.
"Esto no sería posible si no tuviéramos amigos de gran corazón como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días", explicó el doctor Rojas. "Como en otras ocasiones, la Iglesia nos ayuda a que Coaniquem siga creciendo", agregó.
Para el Élder Corbridge, "muchas personas se acuestan por la noche y no están seguras de haber hecho algo que valga la pena. Los profesionales que trabajan en Coaniquem se acuestan con la seguridad de haber hecho algo que merece, una inversión que durará muchos años en la vida de los 90 mil niños que han atendido en treinta años".
La donación de la Iglesia se oficializó el 24 de junio pasado, con una visita del Élder Lawrence E. Corbridge y del Élder Juan Carlos Barros , al Centro de Rehabilitación de Santiago. Allí fueron recibidos por los doctores Rojas y Saavedra, quienes los invitaron a un recorrido por las instalaciones y les explicaron, paso a paso, cómo se rehabilita a los niños quemados.
"Es un trabajo de largo plazo", enfatizó el doctor Rojas, porque si bien una quemadura puede deformar el cuerpo de un niño, también les provoca profundas heridas en sus almas. "Por eso Coaniquem es como una caricia que los ayuda a crecer, a volver a sonreír y a reinsertarse en la sociedad", concluye.
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