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lunes, 15 de septiembre de 2008

CORO DE LA ESTACA CHIGUAYANTE



Para los que quieran conocer al coro de mi estaca y a sus miembros pueden vernos en FACEBOOK
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PARA LOS QUE NOS QUEDAMOS CON LAS GANAS


EN mi estaca no lo transmitieron, pero para el que pueda está disponible
La Charla Fogonera para Adultos Solteros dada por el élder Jeffrey R. Hollanbd

YAMil

EL ABORTO: ASALTO A LOS INDEFENSOS



POR EL ELDER RUSSELL M. NELSON
Del Quórum de los Doce Apóstoles
Liahona del Mes de Octubre del 2008

Antes de empezar, quiero disculparme con los lectores por el uso de términos que no son agradables. La naturaleza de la guerra a la cual me referiré exige esa cla­ridad de comunicaci6n.

Por ser hijos e hijas de Dios, apreciamos la vida como un don de Él. SU plan eterno pro­porciona a Sus hijos la oportunidad de obte­ner un cuerpo físico, de ganar experiencias terrenales y de cumplir su destino divino co­mo herederos de la vida eternal.

Los índices de mortandad de las guerras

Con tal concepto y con la reverencia que sentimos por la vida, deploramos las pérdidas producidas por las guerras. Las estadísticas son aterradoras: En la Primera Guerra Mundial, murieron más de ocho millones de soldados; en la Segunda Guerra Mundial, hu­bo más de veintidós millones de muertes en­tre los hombres y las mujeres del servicio militar. Estas dos guerras, que se extendie­ron varios anos cada una, costaron la vida a por lo menos treinta millones de soldados en el mundo; y esa cifra no incluye los millones de pérdidas que hubo entre la población civil.

No obstante, esas estadísticas pierden magnitud ante el numero de víctimas de otra guerra que provoca anualmente mas perdidas que la Primera y la Segunda Guerras Mundiales juntas: los informes mundiales in­dican que se llevan a cabo cuarenta millones de abortos por años.

Esta guerra llamada aborto es una guerra contra los indefensos, contra los que no tienen voz; es una guerra contra los que aun no nacen, y que se ha desa­tado sobré todo el globo. Irónicamente, las sociedades civilizadas, que por lo general han protegido la vida humana, ahora han promulgado leyes que permiten esta práctica.

La doctrina divina

Esto es su­mamente impor­tante para nosotros porque el Señor ha repetido muchas veces este mandato divino: “No mataras” Y agrego: ” … ni harás ninguna cosa semejante”. Incluso mucho antes de que se restaurara la plenitud del Evangelio, hubo personas inspiradas que comprendieron la santidad de la vida humana. Juan Calvino, un reformador del siglo dieciséis, escribió: “Si nos parece más horrible que se mate a un hombre en su pro­pia casa que en el campo … tendría que considerarse más atroz aun destruir a un feto en la matriz antes de nacer”. (Juan Calvino, Comentaries on the four last books of Moses… 22 tomos 1979, tomo 3 pagina 42)

¡Las reglas del hombre han legalizado ahora lo que Dios ha prohibido desde el principio del tiempo! El razonamiento humano ha retorcido la verdad absoluta y la ha transformado en breves frases propagandísticas a fin de promover una práctica que es completamente equivocada.

Casos especiales

La preocupación por la salud de la madre es de vital importancia; pero los casos en los cuales hay que poner fin al embarazo para salvar la vida de la madre son muy raros, particularmente donde se dispone de atención medica moderna. Otro motivo de preocupación son los embarazos causados por violación o incesto; esa tra­gedia se complica por el hecho de que una mujer inocente se ha visto privada de la libertad de decidir, y en tales cir­cunstancias a veces se considera aconsejable el aborto a fin de preservar la salud física y mental de la madre. Los que se hacen por esa razón también son casos raros.

Hay quienes defienden el aborto por el temor de que el niño nazca con una deformación congénita. Sin duda, los efectos perjudiciales de ciertas infecciones o de agen­tes tóxicos en el primer trimestre son reales; pero es pre­ciso tener prudencia al considerar la idea de poner fin al embarazo. La vida tiene gran valor para todos, incluso pa­ra los que nacen con discapacidades. Y más aún: el resul­tado puede no ser tan serio como se ha supuesto.

Recuerdo bien a un matrimonio que paso una experien­cia similar: la madre tenía solo veintiún años y era una es­posa bella y devota. En el primer trimestre del embarazo contrajo rubeola, y se le aconsejo abortar porque el bebe que estaba desarrollándose, casi con seguridad sufriría algún daño. Movidos por el amor y la preocupación, algu­nos miembros de la familia insistieron en que se efectuara un aborto. El matrimonio fiel fue a consultar al obispo, que los envió al presidente de la estaca; después de escuchar sus inquietudes, este les aconsejo no poner fin a la vida del bebe, aun cuando probablemente naciera con algún defecto. Y les cito este pasaje de las Escrituras:

“Fíate de Jehova de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. “Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezara tus veredas”

Ellos decidieron seguir el consejo y dejaron que na­ciera la criatura, una hermosa niñita completamente nor­mal, excepto que era totalmente sorda. Después de que le hicieron una evaluación en la escuela para sordos, se les informo a los padres que aquella niñita tenia el intelecto de un genio. Con el tiempo, asistió a una impor­tante universidad por haber recibido una beca. Ahora, cuarenta años después, disfruta de una vida maravillosa. EI negar la vida a una persona por una posible discapacidad es un asunto muy serio. La norma que se aplicaría a esa lógica seria que también se debería poner fin a la vida de los que ya sufren esas deficiencias; y otro paso en esa trágica manera de pensar llevaría a la conclusión de que igualmente deberían ser eliminados los que estén gravemente enfermos o cau­sen inconvenientes. ¡Tal menosprecio por la vida sería totalmente inconcebible!

EI aborto a solicitud

Son relativamente pocos los abortos que se hacen debi­do a las circunstancias especiales que he mencionado. La mayoría se llevan a cabo a pedido de la interesada para po­ner fin a un embarazo inesperado. Esos abortos son senci­llamente una forma de control de la natalidad.

El articulo completo se publica en la Liahona del Mes de Octubre del 2008
fuente: infosud.info