CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

Pendón SUD's Fan Box

Pendón SUD on Facebook

sábado, 4 de julio de 2009

JESUCRISTO ENSEÑÓ EL EVANGELIO DEL REINO


por el Elder Jorge F. Zeballos
del Primer Quórum de los Setenta
Segundo Consejero Presidencia de Area Chile


Durante su ministerio, Jesucristo 'anduvo haciendo bienes', sanando a los enfermos y proclamando varios principios éticos, los cuales, si eran aceptados, elevarían a los hombres a una manera superior de vida. Así solamente lo ve mucha gente, aun muchas iglesias.

Hace algunos años, mientras me encontraba en la India por razones de mi trabajo, junto a mis compañeros de viaje visitamos un lugar en el cual tendríamos una reunión. Entramos en un gran salón, y mientras esperábamos que llegaran otras personas, observé más de cincuenta ilustraciones de personajes ubicados sobre los muros y a unos cuatro metros de altura. Al preguntar a uno de los guías a quienes correspondían esas ilustraciones, me contestó que eran profetas, maestros y algunos dioses de su religión.

Continué observándolos uno por uno, hasta que de pronto me llamó la atención una figura que mostraba a Jesucristo. Nuevamente me acerqué al guía y le pregunté a quién representaba esa ilustración. Me contestó: "Ese es Jesucristo", explicándome a continuación que ellos lo consideraban como un maestro, similar a muchos otros que allí se encontraban. Aproveché la oportunidad para sembrar una semilla, diciéndole a este hombre que Jesucristo es el más grande profeta que ha vivido sobre la tierra, que es el Hijo de Dios y el Salvador del mundo.

Jesucristo es, efectivamente un maestro y un profeta, pero es mucho más que eso. Él no sólo vino a la tierra para hacer bienes, para hacer milagros, para sanar a los enfermos o para enseñar principios éticos. Como Él mismo lo enseñó a los antiguos habitantes de América: "vine al mundo a cumplir la voluntad de mi Padre, porque mi Padre me envió. Y mi Padre me envió para que fuese levantado sobre la cruz" (3 Nefi 27:13-14).

Por medio de Su expiación y su resurrección, toda persona comparecerá ante Cristo para recibir un justo juicio según sus obras. Aquellos que ejercen la fe en Cristo, se arrepienten de sus pecados, son bautizados en Su nombre y reciben el Espíritu Santo, pueden ser santificados, o sea, pueden liberarse del pecado y volverse puros, limpios y santos mediante Su expiación. El Señor enseñó que aquellos que perseveren hasta el fin, es decir, los que permanezcan firmes en el compromiso que han asumido de ser fieles a los mandamientos de Dios - a pesar de las tentaciones, la oposición o la adversidad - serán justificados, serán tenidos por inocentes por Cristo ante el Padre (véase 3 Nefi 27:15-16).

Así, el Evangelio de Jesucristo, el Evangelio del Reino, que es Su Iglesia, incluye todas las leyes, principios, doctrinas, ritos, ordenanzas, actos, poderes, autoridades y llaves necesarias para salvar y exaltar a los hombres al más alto cielo. Es el plan de felicidad, el plan de redención, el plan de salvación diseñado por un Padre amoroso que sólo anhela lo mejor para Sus hijos. Es el plan hecho posible por medio de la expiación de Jesucristo. Es el plan que ha sido restaurado en nuestros días para darnos la posibilidad concreta de regresar eternamente a la presencia del Padre y de Jesucristo, sujeto tan sólo a nuestra fidelidad, a nuestra obediencia, a nuestra perseverancia.

Una vez que comprendemos y aceptamos el Evangelio, el plan de Dios, estaremos dispuestos a cumplir Su voluntad, poniendo lo mejor de nuestra parte para obedecer Sus mandamientos, y así llegar a ser cada día más como nuestro Padre y nuestro Señor Jesucristo son.

FUENTE: lds.cl

0 comentarios: